Cada vez es más común el hábito de combinar, muchas veces peligrosamente, el uso de la telefonía móvil en sus maneras más elementales (hablar, y ahora por ejemplo chatear, navegar por Internet, etc.), junto con la conducción automovilística hoy por hoy, se impone el “manos libres”, que también esta prohibido.

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La obsesión por la optimización del tiempo puede traer consecuencias  irreversibles al volante.

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Los congestionamientos se han convertido en malos compañeros de viaje. En una sociedad en la que el tiempo es oro suponen una pérdida de tiempo. De ahí que se intente aprovechar para realizar diferentes gestiones a través de un celular.​

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No corra el riesgo de causar un accidente y evite ser sancionado con importantes multas.​